El cirque Amar de gira por el País Vasco. No asistas a sus espectáculos

El circo francés Amar, va a iniciar una nueva gira por localidades del País Vasco. Con este, ya son tres los años, que el circo más antiguo de Francia, visita este territorio durante los meses de enero y febrero.

El cirque Amar/el circo de Francia, es uno de los circos europeos con mayor tradición en el uso de animales. Le acompaña un zoo itinerante que explota comercialmente. Por lo tanto es una instalación que basa sus espectáculos en el maltrato animal. Animales como elefantes, tigres, leones, cebras… apartados de su hábitat y de sus necesidades naturales, para permanecer toda su vida en jaulas donde apenas pueden moverse o atados a postes. Obligados bajo el castigo y el maltrato a realizar todo tipo de números estúpidos y humillantes para ellos.

Por eso te pedimos que no asistas a este circo y que difundas esta información entre tus círculos de amistades, especialmente de las que viven por el norte del estado. De momento las ciudades conocidas donde este circo ofrecerá actuaciones en febrero de 2013 son Irun y San Sebastián.

En el 2011 este mismo circo no pudo presentar en alguna localidades, como Irun precisamente, algunos espectáculos con animales, debido a que las instalaciones donde viajan y viven permanentemente no cumplían algunos de los requisitos mínimos de los reglamentos que desarrollan la Ley 6/1993, de protección de animales dentro del País Vasco

Si bien no apostamos por reglamentar el uso de animales en los circos, pues la finalidad que perseguimos es la erradicación de todo tipo de espectáculos que utilicen a éstos, consideramos que en base a la normativa recogida por la Ley 6/1993, los números que utilizan animales, especialmente con los silvestres, deberían considerarse como prohibidos. Efectivamente, esta ley recoge como prohibición genérica, respecto a los animales, el “imponerles la realización de comportamientos y actitudes ajenas e impropias de su condición o que impliquen trato vejatorio”

Estaremos todos de acuerdo, esperamos, que el hacer bailar a un elefante, oso o tigre por poner sólo un ejemplo de los más habituales y sencillos, no es precisamente un comportamiento natural de estas especies. Y en este caso, por la redacción de la Ley, no es necesario añadir los métodos cruentos con los que se obliga a hacer estas piruetas. Por lo tanto consideramos que las administraciones encargadas de hacer cumplir esta Ley, hacen una vergonzosa dejación de sus obligaciones.